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El Ficus lyrata es una planta de interior que necesita luz brillante indirecta, alta humedad y un sustrato bien drenado. Riega cuando la capa superior del suelo esté seca, ajustando la frecuencia según la estación: más en primavera/verano y menos en otoño/invierno. Mantén la planta en temperaturas entre 18°C y 24°C, evitando corrientes de aire frío. Síntomas de problemas incluyen hojas amarillas (exceso de agua) y bordes marrones (baja humedad). Podar y ajustar la luz son claves en otoño e invierno.

La Monstera Deliciosa o "Costilla de Adán" es una planta fácil de cultivar y con cuidados simples si tienes las condiciones que esta planta necesita. Como sabemos que es una planta muy popular, en este artículo queremos mostrarte de forma...

Las bacterias son omnipresentes, están literalmente en todos lados. Estos organismos unicelulares se encuentran desde nuestras vías digestivas hasta los suelos que nos sostienen, y componen el tejido biológico de toda vida compleja en la Tierra. Una sola porción de...

En el fascinante mundo de las plantas de interior, el éxito de un cultivo no solo depende de factores obvios como el agua y la luz, sino también de elementos más sutiles como clima del ambiente de cultivo o bien,...

El VPD (Diferencia de Presión de Vapor, por sus siglas en inglés) es una medida que se utiliza para evaluar el estrés hídrico en las plantas y el riesgo de transpiración excesiva. Representa la diferencia entre la presión de vapor...

Comprender la importancia que tiene medir la cantidad de luz que reciben tus plantas por día te permitirá tomas mejores decisiones relacionadas a la altura e intensidad que debe tener tu equipo de iluminación y también la cantidad de nutrientes que éstas van a requerir de acuerdo a esto. En Vitali+ hemos desarrollado fórmulas que permiten darle a tus plantas los elementos necesarios para que estos cambios no muestren carencias, por ello cada uno de nuestros productos cuenta con fuentes de calcio, magnesio (Vitalical), fósforo y potasio (Vitaliterps),  elementos cruciales para mantener plantas sanas y fuertes independiente de la cantidad de luz que éstas reciban.

 

Las bacterias desempeñan un papel fundamental en la salud y el crecimiento de las plantas al proporcionar nutrientes, estimular el crecimiento, proteger contra enfermedades, descomponer materia orgánica y ayudar a las plantas a tolerar condiciones adversas. Establecer una comunidad bacteriana equilibrada y beneficiosa en el suelo es esencial para el desarrollo saludable de las plantas.

Durante el ciclo de Calvin, el dióxido de carbono se fija y se reduce para formar moléculas de glucosa que se utilizarán posteriormente en la síntesis de carbohidratos y otros compuestos orgánicos. Este ciclo es esencial para el proceso de fotosíntesis y la producción de energía en las plantas.

Estas son solo algunas de las hormonas vegetales más estudiadas y conocidas, pero existen otras, como las brasinoesteroides y el ácido jasmónico, que también desempeñan funciones importantes en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Cada hormona tiene efectos específicos y a menudo interactúan entre sí para coordinar los procesos de crecimiento y respuesta de las plantas a su entorno.