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En el fascinante mundo de las plantas de interior, el éxito de un cultivo no solo depende de factores obvios como el agua y la luz, sino también de elementos más sutiles como clima del ambiente de cultivo o bien, el Déficit de Presión de Vapor (VPD). Este parámetro, que a menudo es pasado por alto, juega un papel crucial en el crecimiento saludable de las plantas, influenciando directamente procesos fundamentales como la transpiración y la absorción de nutrientes. En este artículo, exploraremos a fondo qué es el VPD, cómo afecta a las plantas y qué medidas efectivas te recomendamos para su control.

Entendiendo el VPD: Un Equilibrio Sutil entre Temperatura y Humedad

El Déficit de Presión de Vapor (VPD) es una medida que indica cuán "sediento" está el aire para absorber más vapor de agua. Puedes imaginarlo como la diferencia entre la cantidad máxima de vapor de agua que el aire podría contener (en un momento y temperatura específicos) y la cantidad real de vapor de agua que ese ambiente tiene.

Cuando el VPD es alto, el aire está más seco o "sediento", lo que puede llevar a que las plantas pierdan más agua a través de la transpiración. En cambio, cuando el VPD es bajo, el aire no tiene mucha capacidad para absorber más vapor de agua, y esto puede afectar la salud y el crecimiento de las plantas.

¿Cómo se relaciona el VPD con la humedad ambiental?

El Déficit de Presión de Vapor (VPD) y la humedad del ambiente están estrechamente relacionados en el contexto del cultivo de plantas. El VPD se utiliza para describir la diferencia entre la presión de vapor de agua máxima que el aire puede contener a una temperatura específica (llamada Presión de Vapor de Saturación o SVP) y la presión de vapor de agua real en el aire (llamada Presión de Vapor Actual o AVP).

La relación entre el VPD y la humedad del ambiente se puede entender de la siguiente manera:

1. VPD y Humedad Relativa (%HR):
   - A medida que la humedad relativa (%HR) disminuye, generalmente el VPD tiende a aumentar. Cuando el aire está más seco (baja %HR), hay una mayor diferencia entre la capacidad del aire para contener vapor de agua y la cantidad real de vapor presente.

2. VPD y Transpiración de las Plantas:
   - Un VPD equilibrado es esencial para la transpiración eficiente de las plantas. Cuando el VPD es demasiado bajo, el aire no puede absorber más vapor de agua, lo que puede limitar la capacidad de las plantas para liberar agua a través de la transpiración. Por otro lado, un VPD demasiado alto puede llevar a una pérdida excesiva de agua por transpiración.

3. Influencia en el Desarrollo de las Plantas:
   - El VPD también afecta el desarrollo de las plantas. Un VPD equilibrado puede estimular un crecimiento saludable, mientras que extremos altos o bajos pueden afectar negativamente el metabolismo de las plantas.

4. Control del Entorno de Cultivo:
   - Los cultivadores ajustan la humedad y otros factores ambientales para mantener un VPD adecuado. Esto se logra mediante la gestión de la temperatura y la humedad, garantizando un equilibrio que favorezca la transpiración eficiente sin exponer las plantas a condiciones extremas.

¿Cómo Afecta el VPD a la Evaporación y la Transpiración?

Imaginemos el VPD como un director de orquesta, influyendo en dos actores principales: la temperatura y la humedad. Cuando el VPD es alto, indicando un aire más seco, las plantas experimentan tasas de transpiración elevadas. Este fenómeno impulsa la evaporación de agua desde las hojas, creando un "efecto de succión" que facilita la absorción de nutrientes a través de las raíces.

Por otro lado, un VPD bajo, que señala una menor diferencia de presión de vapor, ralentiza la transpiración. Este estado puede ralentizar el metabolismo de la planta, afectando su capacidad para absorber nutrientes esenciales y, en última instancia, inhibir su crecimiento.

Manejando el VPD: Estrategias Clave para un Entorno Óptimo

El VPD no es estático; se puede influir y controlar. Aquí te mostramos dos formas para gestionarlo mediante la temperatura o humedad:

1. Temperatura: Un Ajuste Preciso para Maximizar el VPD

- Aumentar VPD: Incrementar la temperatura es una estrategia efectiva para elevar el VPD. Este enfoque es beneficioso cuando se busca estimular tasas de transpiración y absorción de nutrientes más altas. Es importante considerar que una mayor temperatura, también demandará una mayor humedad relativa en el ambiente.

- Disminuir VPD: Reducir la temperatura disminuirá el VPD, lo cual puede ser beneficioso en situaciones donde se desea ralentizar la transpiración y conservar la humedad. Inclusive también para mejorar plantas que estén pasando por un estrés excesivo o superando alguna enfermedad o plaga.

Es crucial equilibrar la temperatura para evitar extremos que puedan causar estrés hídrico o problemas de evaporación excesiva. Te recomendamos no superar los 28° ni el 80% de humedad en tu espacio de cultivo.

2. Humedad: Un Juego Dinámico de Deshumidificación y Circulación de Aire

- Aumentar VPD: Para aumentar el VPD en un ambiente frío (menor a 25°), disminuye la humedad. Enciende deshumidificadores o aumenta la capacidad de extracción de aire para eliminar el exceso de agua en el ambiente y así aumentar la diferencia de presión de vapor.

- Reducir VPD: Si el objetivo es reducir el VPD en un ambiente cálido (sobre los 25°), aumenta la humedad. Apaga los deshumidificadores o utiliza métodos para agregar humedad al ambiente.

En un entorno de cultivo cerrado como una carpa o invernadero, donde la evaporación es constante, el VPD tiende a descender a medida que el aire se aproxima al punto de rocío (100% de humedad).

Aquí, dos enfoques se destacan:

- Deshumidificación: La eliminación activa del agua del aire mediante deshumidificadores ayuda a mantener niveles más altos de VPD, alejando el ambiente del punto de rocío.(100% de humedad)

- Circulación de Aire: La circulación eficiente del aire es una estrategia menos intuitiva pero efectiva. Ayuda a dispersar la capa límite alrededor de las hojas, garantizando mediciones de VPD más precisas y uniformes.

Acá te dejamos un pequeño resumen de lo que hemos tratado en este artículo y por qué es importante que puedas controlar el VPD en el ambiente de cultivo que manejas:

1. Su relación con el proceso de evapotranspiración:

El VPD influye directamente en la transpiración de las plantas, el proceso mediante el cual liberan vapor de agua a través de los estomas de las hojas. Un VPD equilibrado es esencial para mantener tasas de transpiración óptimas, facilitando la absorción de agua y nutrientes esenciales desde las raíces.

2. Control del Metabolismo:

El VPD está estrechamente vinculado al metabolismo de las plantas. Un VPD bajo puede ralentizar el proceso de transpiración y, en consecuencia, reducir el metabolismo de la planta. Este fenómeno puede afectar negativamente el crecimiento y aumentar la susceptibilidad a enfermedades.

3. Gestión del Estrés Hídrico:

Un VPD muy alto puede resultar en estrés hídrico para las plantas. En situaciones de déficit de presión de vapor extremo, las plantas pueden cerrar sus estomas para conservar agua, lo que, a su vez, detiene la entrada de dióxido de carbono (CO2) y afecta el crecimiento.

4. Optimización de la Fotosíntesis:

La fotosíntesis, proceso vital para las plantas, se ve directamente afectada por el VPD. Un equilibrio adecuado facilita la absorción de luz y nutrientes, mejorando la eficiencia fotosintética y, en última instancia, el rendimiento de los cultivos.

¿Cómo puedo medir el VPD fácilmente?

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